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viernes, 3 de junio de 2011

Lo que hay que saber antes de salir a comprar una PC de escritorio

Las ventajas de los equipos de marca y la opción de armar uno pieza por pieza.

Si algo le sobra a quienes se disponen a elegir una computadora de escritorio para su hogar u oficina son preguntas. Y una habitual entre ellas es –antes de afinar la selección y resolver sobre los componentes internos– ¿qué es lo más conveniente, una PC de marca internacional, una de marca nacional o una de las llamadas clones (computadoras armadas con componentes de diferente procedencia)? Aquí, algunas pautas y sugerencias que pueden ayudar a la hora de elegir.

La respuesta a esta pregunta no es única. Según las consultas que hizo Next con especialistas en PC, las computadoras de marcas internacionales (Dell, HP, entre otras) tienen a su favor que su armado está hecho siguiendo estándares que apuntan a asegurar, por un lado, la compatibilidad de todos los componentes entre sí, y por el otro, la del hardware con el software que vendrá instalado en el equipo.

Más que una reunión de componentes, en esos equipos hay un trabajo de diseño integral que sale al mercado debidamente probado y que asegura un alto grado de confiabilidad, lo que es muy valorado sobre todo si se trata de un equipo destinado a un uso profesional o comercial.
Néstor Russaz, del Instituto de capacitación Cetia, agrega que algunas de las grandes marcas ofrecen además un muy buen soporte técnico que incluye, en algún caso, la atención de la garantía en el domicilio del usuario.

En cuanto a los puntos flojos de las PC de grandes marcas, Russaz menciona la escasa flexibilidad de sus configuraciones, que deja al usuario con pocas posibilidades de personalizar su equipo. Además, las marcas globales son a veces algo lentas para incorporar las últimas tecnologías y no suelen tener equipos de los más potentes.

En cuanto a las marcas locales, Gonzalo Espósito, de Banghó, le explicó a este diario que una de las principales ventajas de las computadoras de marcas locales es que se ubican en un rango medio entre los clones y las marcas internacionales. “Ofrecemos equipos con los mismos componentes internos que las marcas globales, pero a precios más competitivos”, señala Espósito.

Con los clones, en tanto, se gana en posibilidad de elegir pieza por pieza los componentes del equipo –lo que no deja de ser trabajoso– y, en algunos casos, la máquina se puede actualizar sin quedar “preso” del proveedor inicial aún cuando la garantía no haya vencido.
En el caso de optar por un clon, Russaz sugiere comprar todos los componentes en el mismo comercio y llevarse la máquina armada y probada; de lo contrario, ante una falla podría darse que los diferentes proveedores se responsabilicen entre sí y dificulten la solución del problema.
A su vez, Miguel Angel Creatura, de MH Multihard, sugiere tener claro para qué se usará la PC. “Si será para usos habituales de oficina e Internet, cualquiera de las máquinas que se ofrecen hoy en el mercado será suficiente”, afirma Creatura. En cambio, si se tendrán otras expectativas, como jugar a juegos exigentes por ejemplo, habrá que saber los requerimientos a cubrir y en función de ellos elegir con cuidado la motherboard, el microprocesador y la placa de video necesarios. Luego, en función de esos tres componentes, se elegirá la fuente de alimentación, un componente clave, que debe proveer la potencia necesaria.

Otra sugerencia de los expertos es asegurarse que el software que se tiene y se querrá seguir usando en la nueva computadora no vaya a tener problemas de compatibilidad, sobre todo si se trata de programas para usos muy específicos o hechos a medida. Por ejemplo, hay procesadores de 64 bits sobre los que no puede trabajar software de 32 bits.

lunes, 30 de mayo de 2011

Aceleradas y en 3D

Cómo son las nuevas tecnologías de video para juegos y películas tridimensionales. Qué hay que tener en cuenta para instalar estas potentes placas gráficas. Modelos y precios (sábado 28 de mayo de 2011)


Son las bestias del 3D. Esas placas que exigen la tecnología al límite para ofrecer un poco más de pixeles, un modelo tridimensional con más polígonos, una textura más realista, una iluminación más sutil o un modelo de clima más creíble; todo con tal de lograr que los gráficos de la PC sean más complejos, más realistas, más espectaculares.
Este año se cumplen 15 desde que 3Dfx llevó al mercado masivo las aceleradoras de gráficos 3D. La primera de las placas de 3Dfx (que en 2001 quedó en manos de Nvidia), la Voodoo, tenía 4 MB de RAM propio y un chip que corría a 50 MHz para calcular la posición de los triángulos que formaban los cuerpos tridimensionales de un mundo virtual.
Desde entonces la industria cambió bastante: los gráficos 3D hoy son cosa de todos los días, y cualquier computadora moderna tiene un chip de video capaz de calcular objetos en 2D y 3D con un rendimiento aceptable, como parte del procesador central o integrada al motherboard, tanto de Nvidia, de AMD (que compró ATI en 2006) o de Intel -sobre todo con la línea 2011 de los chips Core-. El suplemento Tecnología le dedicó una nota a estos procesadores en enero último que puede leerse en www.lanacion.com.ar/1345043 . Sin embargo, todavía hay demanda para tener placas de video discretas (es decir, que se agregan a un puerto PCI Express 2.0).

Para quienes buscan algo así, y no tienen problemas de presupuesto, hay dos modelos que hoy se disputan la supremacía en las PC: la AMD Radeon HD 6990 y la Nvidia GeForce GTX 590, los dos más avanzados que ofrecen los rojos y verdes (como se los suele identificar por el color de sus logos y, en general, de toda su gráfica).
Ambos modelos llegaron al mercado en marzo último y comparten algunas características: tienen dos procesadores gráficos cada uno (GPU), todos fabricados con tecnología de 40 nanómetros, más pequeños y más eficientes en consumo de energía que las versiones anteriores; 3 o 4 GB de RAM GDDR5 propia (la GTX 590 o la HD 6990, respectivamente), y entre 365 o 375 watts de consumo máximo de energía (dependiendo de si se trata de la tarjeta de Nvidia o de AMD); recomiendan ser usadas con fuentes de 700 o 750 watts.
Ambos equipos, además, dan soporte a video en 3D (es decir, para ver juegos o películas con imágenes estereoscópicas en pantallas compatibles) vía el estándar HDMI 1.4a. La GTX 590, en su versión convencional, tiene tres conectores DVI y uno Mini DisplayPort, mientras que la Radeon HD 6990 ofrece cuatro Mini DisplayPort y un puerto DVI.
DisplayPort es un conector para transmitir audio y video digital, que se espera desplace al DVI en los próximos años.
Ambos equipos usan una ranura PCI-Express 16x y pueden ser conectados a otras tarjetas para funcionar en paralelo, una técnica que se llama SLI en el mundo Nvidia y CrossFireX en el de AMD.
El precio promedio de estas placas en Estados Unidos es de 700 dólares. En Anandtech.com, Tomshardware.com, HardOCP.com, Guru3D.com y otros sitios especializados pueden encontrarse comparativas de rendimiento entre ambos dispositivos (en inglés): el equipo de AMD termina en general con un puntaje apenas superior, pero el de Nvidia es más silencioso. También hay información en los sitios locales http://www.toxico-pc/ , http://www.maximo.net/ , http://www.3dgames.com.ar/ o http://www.alkon.org/

Para otros bolsillos
AMD y Nvidia ofrecen, además, modelos más económicos, basados en el mismo procesador que los dos dispositivos mencionados, pero con prestaciones más modestas (un solo chip, relojes más lentos, menos memoria RAM). En el caso de Nvidia son el GTX 580, 570 y 560i; AMD ofrece, por su parte, los HD 6970 y 6950.
Para presupuestos más limitados también hay otras opciones, disponibles en las tiendas locales. En términos generales, ambos fabricantes eligieron un método de numeración ordinal para orientar al usuario: un modelo con número mayor debería tener, en teoría, un mejor rendimiento que otro con número menor.
En la práctica hay variaciones, fruto de las combinaciones que hacen los fabricantes entre el procesador y su reloj interno, la cantidad y el tipo de memoria, el bus de datos y demás.
Se usan dos tipos de memoria RAM en las placas de video 3D (que no es la RAM general de la PC): DDR (iguales a las que se usan para la RAM de todo el equipo) o del tipo GDDR, especiales para estos dispostivos; estas últimas son más veloces y por lo tanto ofrecerán una mejor performance, al intercambiar datos más rápido con el procesador gráfico, pero también son más caros.
Por ejemplo, una Radeon HD 5770 de XFX o Sapphire con 1 GB de memoria GDDR5 y doble salida DVI, conexión DisplayPort y HDMI tiene un precio local de 860 pesos, pero una XFX con el mismo chip y 1 GB de RAM DDR2 y conectores VGA, HDMI y DVI tiene un precio que ronda los 525 pesos. EVGA ofrece una tarjeta GeForce GTS 450 con 1 GB de RAM GDDR5 y conectores DVI, HDMI y VGA a 820 pesos.
Por 650 pesos, aproximadamente, es posible encontrar placas Radeon HD 5670 de MSI o Sapphire con 1 GB de RAM GDDR5 y los tres tipos de conectores de video.
Más modestas, las GT 430 con 1 GB de RAM DDR3 de EVGA o Zotac rondan los 450 pesos, mientras las GT 220 con 1 GB de RAM DDR2 rondan los 410 pesos, en este caso de XFX o Sentey (todas con conectores VGA, DVI y HDMI).
Otra alternativa son las Radeon HD 5450 de XFX, MSI o Sapphire, que incluyen 1 GB de RAM DDR3 y los tres conectores gráficos a 370 pesos, aproximadamente.
Antes de comprar una placa es recomendable averiguar su performance relativa a otros modelos en los sitios especializados, para despejar dudas sobre el rendimiento que ofrece ese modelo específico.

La importancia del gabinete
Al elegir la placa de video hay que tener en cuenta algunos parámetros de la PC. Primero, por supuesto, hay que verificar que el motherboard del equipo tenga una ranura PCI-Express 16x libre. Luego hay que atender al consumo pico de energía de la tarjeta de video y a la capacidad de la fuente del gabinete, que además debe tener un conector libre para alimentar la tarjeta. Ante la duda es preferible comprar una fuente de mayor capacidad a la estándar (600 watts o más, por ejemplo) para que no esté exigida al máximo durante una sesión agitada de juego.
Los watts se refieren a la capacidad máxima que puede suministrar, no al consumo promedio: si la PC está prendida, pero se está usando sólo para escuchar música o navegar por la Web no consumirá esos 600 watts (de la misma manera que el consumo tope de una tarjeta es para picos de rendimiento, y no para un juego sencillo o reproducir un video).
También hay que notar el tamaño de los modelos más poderosos, que suele ser el doble que una tarjeta convencional para dar espacio al sistema de enfriado, y que por lo tanto puede anular una ranura del motherboard contigua a la tarjeta.
Este consumo de energía implica calor; aunque las placas traen su propio sistema de enfriamiento, lo ideal es agregar ventiladores para sacar el calor de adentro del gabinete. Los más comunes tienen un precio de entre 20 y 30 pesos. Las soluciones más sofisticadas (y más caras) usan agua para enfriar el equipo. En todos los casos, lo ideal es que el gabinete sea grande, para ayudar al flujo de aire dentro del mismo, mantener estable la PC y permitirnos disfrutar de nuestro videojuego.