El nuevo smartphone, que tiene un chip de 4 núcleos, 2 GB de RAM, una pantalla de 4,7
pulgadas y una cámara de 13 megapixeles; todavía no está definido su precio.
En mayo próximo LG planea comenzar a vender en nuestro país el
Optimus G, un smartphone de gama alta que develó en agosto último y
que la ayudó a recuperar algo del terreno perdido en los últimos años.
El Optimus G es célebre por dos motivos: uno, tener la estética propia de la
compañía y no, como otros Optimus (la línea L, por ejemplo) un inesperado
parecido con los Galaxy de Samsung. Su segundo elemento de fama es que, con unas
mínimas variaciones, tiene el mismo hardware que el
Nexus 4 de Google, el más reciente equipo "oficial" de Android.
Un tercer elemento debería importar: es un muy buen teléfono, aunque llega
levemente tarde al país. En prestaciones compite con el Samsung Galaxy SIII, el
HTC One X y el RAZR HD, pero cuando llegue a las calles nacionales lo hará bajo
la sombra del Galaxy S4 (que se presentará el jueves próximo en Nueva York,
aunque tardará en llegar al país), el LG Optimus G Pro anunciado
hace unas semanas a nivel mundial, el HTC One (no confundir con
el One X que ya se vende acá) y el Nokia Lumia 920 -que desembarcará en tierras
argentinas muy poco después del Optimus G-, entre otros equipos.
Todo dependerá, en rigor, de su precio local. En cuanto al hardware, el LG
Optimus G tiene una pantalla de 4,7 pulgadas y 1280 x 768 pixeles. Es del tipo
True IPS-HD + (la misma tecnología de pantalla que usa el iPhone) y tiene buena
visibilidad a la luz del sol, y excelente fidelidad en la reproducción de
colores.
El equipo tiene en su interior un chip Qualcomm Snapdragon S4 Krait de cuatro
núcleos a 1,5 GHz y 2 GB de RAM; así, está al tope de rendimiento de los equipos
que pueden encontrarse hoy en el mercado local. El equipo que probamos venía con
Android 4.1.2, que corre sin inconvenientes en este equipo. Los 2 GB de RAM -el
doble que el SIII o el One X- ayudan a agilizar la carga de aplicaciones y
contenido, y es una suerte que estén presentes; en mis pruebas, y usando la
herramienta provista por LG (que no es para usuarios avanzados, que seguramente
serán capaces de usar otras técnicas, pero sí es la que elegirá el usuario
común) nunca pude liberar más de 1 GB de RAM para las aplicaciones.
El software y más allá
LG, como Samsung, implementó un menú de notificaciones con varios botones de
control (para prender el Wi-Fi o el Bluetooth, detener la descarga de datos,
etcétera) y suma accesos directos a aplicaciones, una buena idea que queda
trunca por la imposibilidad de configurar esos accesos más allá de los que
eligió LG. Se pueden reordenar y elegir de una lista predefinida, pero no sumar
nuevos, lo que le quita atractivo.
La compañía eligió no modificar demasiado el aspecto de Android -lo que es
una buena idea-, y sumar una herramienta omnipresente de dibujo y notas que es
bastante eficiente. La elección estética de los gráficos para los iconos de las
aplicaciones, sin embargo, no será del agrado de todos.
La cámara de 13 megapixeles, capaz de grabar video Full HD, es de gran
calidad, y está a la par de la del Galaxy S3 o el One X (para los que investigan
la compra de este equipo en el exterior: existe un modelo idéntico pero con
cámara de 8 megapixeles). Resultó, sin embargo, un poco indecisa con el
autofoco.
La batería, de 2100 mAh (no removible), permite llegar a la noche con el 3G
prendido en forma permanente y tener algo de resto (no supera al Samsung Galaxy Note II , pero
sí encontré un rendimiento similar al Motorola RAZR i ). Y tiene un
modo que economiza el gasto de energía que realmente funciona (a costa de algo
de performance del teléfono, por supuesto).
Un elemento distintivo del Optimus G es su aspecto, con un look bien clásico
de la estética de LG, pero que a la vez es muy moderno. El frente -sin botones-
tiene una sola plancha de vidrio Gorilla Glass, con los botones capacitivos en
la base y la cámara frontal y la luz de notificaciones arriba; todo el borde
tiene un aro de metal, con los botones de bloqueo, volumen y la bandeja para la
microSIM. La espalda lleva el lente de la cámara, que sobresale levemente, con
lo que lamentablemente estará más expuesto que el resto del teléfono a golpes y
raspones; más abajo está el flash LED; todo el plástico trasero tiene un tramado
debajo de la superficie que lo hace muy atractivo. La base tiene el conector MHL
(USB y HDMI en un mismo cable). La carcasa es de plástico, pero la construcción
es de muy alta calidad. También tiene radio FM además de lo clásico: 3G, Wi-Fi,
GPS y Bluetooth. La calidad de las llamadas era buena, sin sorprender.
Sacando la protuberancia del lente (que comparte con otros, y que es
inevitable en un equipo con un perfil de 8,5 mm) no le encontré demasiados peros
al teléfono, y tiene todo para competirle de igual a igual a sus congéneres.
Pero habrá que esperar a mayo para ver qué precio le ponen las operadoras y el
fabricante a este equipo y, así, evaluar de forma completa su atractivo. Aunque
está al nivel del resto en prestaciones y rendimiento, tiene poco (la mayor
memoria RAM, el estilo refinado y alguna cosa más) para aventajar claramente a
equipos que le llevan varios meses en el mercado.