amsung develó esta semana su servicio de mensajería instantánea para móviles, ChatON ( http://www.chaton.com/ ), en la exposición tecnológica IFA, en Berlín. Comenzará a funcionar este mes.
Está disponible en sus nuevos equipos; corre sobre Android, Windows Phone 7 y Bada, y la compañía piensa ofrecer también versiones para dispositivos móviles BlackBerry e iOS de Apple, además de versiones para computadoras convencionales.
La movida de Samsung es el más reciente embate en el asedio que está sufriendo en los últimos tiempos uno de los más poderosos negocios móviles, el mensaje de texto.
El SMS fue el primer servicio en lograr, en diciembre de 1992, que el celular dejara de ser simplemente un teléfono móvil para convertirse en un dispositivo de comunicación universal.
Su sucesor directo, al menos en términos de adopción e interés por el servicio, es el BlackBerry Messenger (BBM), que RIM presentó al mundo en 2005; tiene 45 millones de usuarios, y creció un 40% de 2009 a 2010.
El BBM combinó un concepto ya existente, el del mensajero instantáneo (nacido en 1996 con el ICQ) y le dio una vuelta de tuerca para hacer valer la parte móvil. Por un lado, sumando acuses de recibo y alertas de lectura -con lo que ya es muy diferente de cualquier mensajero tradicional, sea el Windows Live Messenger o el Google Talk-; por otro, integrándolo a su plataforma y, por ende, a su sistema de pagos. Es decir: el BBM es de uso ilimitado con cualquier abono BlackBerry, lo que lo hace muy atractivo, y es el referente con el que hoy se miden los servicios que buscan destronarlo.
El mensajero instantáneo móvil, además, es atractivo porque llega al contacto sin importar donde esté; alcanza con que tenga una conexión, a diferencia de la mensajería tradicional, donde el usuario no necesariamente se pasa el día frente a una computadora. Esta noción de chatear con el usuario directamente más allá de su ubicación, y de una manera sencilla y móvil, es la que lo hace parecerse al SMS convencional.
El BBM, sobre todo a partir de la versión 6, funciona como una red social, y eso lo hace aún más valioso para sus creadores, porque ayuda a que los usuarios prefieran esa plataforma (donde están sus amigos, donde pueden comunicarse en forma instantánea y sin costo) a otras.
RIM le ha ido agregando diversos servicios a esta plataforma: desde la posibilidad de compartir fotos o archivos hasta la mensajería grupal.
Hace unos días, por ejemplo, RIM presentó un servicio que permite compartir música entre los usuarios; 50 canciones cada usuario (de las que se dispone por streamingo o descargándolas al móvil), pero con acceso a las que tienen sus contactos en BBM. El acceso a este servicio, BBM Music, requiere un pago extra de 5 dólares y está en período de prueba en Estados Unidos.
La popularidad del BlackBerry Messenger (y la lentitud con la que los mensajeros tradicionales llegaron a los móviles) dio pie a la aparición de diversos contrincantes; todos proponen usar la conexión de datos del móvil (sea usando los datos incluidos en el abono 2G/3G o un acceso Wi-Fi) para permitir compartir mensajes que, dependiendo del plan con el que cuente el usuario, pueden ser gratis o simplemente más económicos que un SMS.
Del lado de los fabricantes de móviles, el primero en intentarlo, sin demasiado éxito, fue Nokia, con Ovi Chat, originalmente basado en XMMP (el protocolo que usa Google Talk) y hoy parte de la plataforma conjunta que crearon Nokia y Yahoo!
Google y Microsoft trasladaron su oferta original a los móviles sin grandes cambios. El gigante de las búsquedas tiene un mensajero específico para móviles, Huddle, que promociona para los usuarios de Google+ que tengan móviles con Android (y podría estar por anunciar un servicio más completo); Microsoft está en el proceso de integrar Skype a su oferta de mensajería, que ya está presente en la mayoría de las plataformas móviles.
Apple anunció iMessage en junio último; estará disponible cuando se libere la versión 5 de su sistema operativo (en la próxima primavera, en teoría) y, como el resto de los mensajeros instantáneos móviles, el énfasis está puesto en poder conversar con grupos de amigos, intercambiar archivos, saber si el mensaje fue leído, etcétera.
No son los únicos: el principal contrincante del BlackBerry Messenger es hoy Whatsapp ( http://www.whatsapp.com/ ), con un servicio similar y un valor agregado importante: funciona en móviles con iOS, Android, BlackBerry OS y Symbian (S40, S60 o S^3), lo que amplía para cualquier usuario el interés de la plataforma. La gran diferencia es que es un servicio pago; después del primer año de uso tiene un precio de 2 dólares anuales, salvo para los usuarios de iOS, que hacen un pago inicial de 99 centavos de dólar.
También están KIK ( http://www.kik.com/ ) y PingChat ( http://www.pingchat.com/ ) con una oferta similar, entre muchos otros. Pero hay más contendientes que se suman a la lucha, como Nimbuzz ( http://www.nimbuzz.com/ ), que nació como un mensajero multiprotocolo y multiplataforma, que también permite llamadas de VoIP, que sumó características como la confirmación de lectura y que está disponible para un gran número de plataformas móviles, incluso teléfonos de gama media que usan Java.
Y Facebook se prepara para desembarcar en el terreno con Messenger, una aplicación de mensajería propia (por ahora para Android e iOS) que tiene el empuje de sus 750 millones de usuarios registrados.
El anuncio de Samsung es interesante porque se desvía de la posición tradicional que tienen los fabricantes: su servicio, ChatON, no apunta a concentrar al usuario -y sus contactos- en una plataforma, sino que el segundo entre los mayores fabricantes de teléfonos del mundo busca tener presencia en todos los sistemas operativos móviles, incluso en los que Samsung no tiene productos (como iOS o BlackBerry). Funciona como una suerte de red social móvil; permite, por ejemplo, compartir contenido multimedia y comentarlo en el perfil del usuario.
En la Argentina hay varios servicios en desarrollo; el único en funcionamiento hoy es Okeyko ( http://www.okeyko.com/ ), de uso gratis y disponible para Android y móviles con Java (Symbian o de gama media); según uno de sus creadores, Pablo Lugones, está en sus planes ampliar su presencia a otros sistemas operativos.
Gondolus, otro desarrollo de fuerte presencia local, espera tener lista su aplicación antes de fin de año para salir a competir con el resto, pero con una particularidad: permite integrar a los usuarios que tienen móviles de gama baja, ya que admite el chatear (sin costo) por SMS. Los que tengan un equipo de alta gama podrán hacerlo usando su conexión de datos; los que no, participan igual de la conversación con un mensaje de texto.
Un servicio similar prepara Movistar Argentina: combina un mensajero instantáneo con el SMS para sumar a los usuarios con móviles económicos. Estará listo a fines de 2011.
Llegar a ser el rey de la mensajería móvil no tiene que ver sólo con cuestiones de popularidad o fidelidad a la marca. También hay mucho dinero en juego, y el todavía activo mundo de los SMS lo demuestra.
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, se enviaron 6100 billones de mensajes de texto en 2010 (el triple que en 2007), a un precio promedio internacional de 7 centavos por mensaje. Y el 80% de los más de 5300 millones de móviles en uso hoy son capaces de enviar y recibir mensajes de texto.
Se espera que este año los envíos superen los 7000 billones de mensajes, según estimaciones de ABI Research, y la facturación mundial del sector pase de 105.500 millones de dólares de 2010 a 136.900 millones en 2015 (los cálculos son de la consultora Informa). Pero la parte más jugosa del mercado mundial de mensajes de texto incluye los enviados por servicios pagos al usuario (chistes, alertas deportivos, votaciones televisivas y demás). Los cálculos de Juniper Research suponen que este segmento facturará 70.100 millones de dólares en 2016.
Aun así, su crecimiento se está frenando a manos de los mensajeros móviles, que aprovechan la popularidad de los smartphones para expandir su presencia: son la mitad de los celulares vendidos en el último trimestre en Estados Unidos y Europa.
Pero hay una diferencia. El SMS es un estándar interoperable. Es decir, no está bajo el control específico de una compañía. A la vez, es casi imposible para una empresa que no sea una operadora de telefonía móvil competir con este terreno.
La conexión de datos le permite a un tercero nivelar la cancha y soñar con ser central en el futuro de la mensajería instantánea móvil y definir sus términos.
No importa si el resultado son más usuarios para su plataforma, el pago del servicio (o de elementos premium para él) o la proyección de publicidad en millones de pantallas que facture fortunas. Es una disputa por ser el SMS del siglo XXI en la que los contrincantes apenas están comenzando a ubicarse en el campo de juego.